El fantasma de Sadam Hussein se pasea en Palacio Nacional

Francisco Rodríguez

Las últimas horas del gobiernito en curso han mostrado ante el mundo signos de inconfundible agonía. Un Estado dominado, falto de control sobre estructura alguna, ausencia de respuestas a lo indispensable. Se ha desbordado la pandemia, tratada con métodos inversos a los recomendados por la OMS. Se han alebrestado las Fuerza Armadas. Hay señales de rebelión entre los más cercanos y supuestamente influyentes.